Pillo Bolillo nació de un gesto simple, de esos que se quedan para siempre: un bolillo con cajeta servido por la abuela.

Ese sabor de la infancia, cálido y familiar, fue el punto de partida para imaginar un lugar donde el bolillo dejara de ser solo acompañante y se convirtiera en protagonista.

Nuestro concepto celebra la mexicanidad con orgullo, poniendo al bolillo en el centro del desayuno, la mesa y la conversación.

Pillo Bolillo no es solo un restaurante: es un espacio para conectar, compartir, recordar y saborear lo que somos. Un lugar donde la familia, los amigos y los antojos siempre tienen un lugar… y el bolillo, un papel protagónico.

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Del bolillo, nace el antojo

En Pillo, cada platillo lleva un pedacito de casa. De esas mañanas donde el bolillo era lo primero en la mesa y lo último que se olvidaba. Aquí, casi todo lo hacemos con bolillo, porque más que un pan, es un recuerdo, una tradición que queremos compartir. Incluso cuando un platillo no lo lleva, lo nombramos, como quien menciona a alguien querido, aunque no esté presente.
Nuestros nombres, sabores y ocurrencias nacen del amor por lo simple, por lo mexicano, por lo que siempre reconforta. Porque, al final, todo parte del bolillo… y de ahí, todo se vuelve historia.